Cuando los guatemaltecos pensamos en Copa Centroamericana lo más reciente que nos viene a la mente es el desastre de 2009: un monumental y humillante 2-0 frente a una débil Nicaragua, lo cual nos dejó fuera, por primera vez, de una Copa Oro de CONCACAF. Eso, tal vez, nunca se olvidará en las fronteras chapinas. Tal vez tiene que suceder otro batacazo para tratar de olvidar aquel papelón que hizo la selección dirigida por Benjamín Monterroso. Tal vez.
Hoy la Selección Nacional de Guatemala cayó derrotada 2-0 frente a Costa Rica, un equipo que se le olvidó llegar al primer tiempo, pero que a la segunda mitad se presentó con firmeza y convicción. “Más vale tarde que nunca” dice el dicho, eso mismo dijo la tricolor dirigida por Ricardo La Volpe, que tras un primer tiempo con dominio guatemalteco, solventó el encuentro con dos llegadas en la segunda mitad.
Guatemala pudo haber marcado uno o dos goles en los primeros 45’ minutos, pero “los goles no se merecen, los goles se marcan”. Si de merecimientos habláramos el partido lo hubiera ganado la azul y blanco: llegó más, y dominó el primer tiempo, y minutos del segundo.
Apenas Guatemala estaba saliendo del vestidor para el complemento, cuando Costa Rica ya se ponía arriba en el marcador. Marcos Ureña se coló por la zaga, y con la pierna derecha rompió las redes chapinas.
Guatemala intento por medio de Carlos Ruiz, que minutos después estrellaría un balón en el poste, pero el poco mediocampo de los dirigidos por Almeida evitaba jugar con un vulgar tiqui taca, y premiaba a Carlos Gallardo o Jaime Vides a jugar al pelotazo.
Jugando al mismo estilo: al pelotazo, y con las líneas adelantadas, Guatemala cometió una falta, la cual, en su desenlace, terminaría con el balón dentro de la portería chapina.
Guatemala debe ganarle a Honduras para aspirar a un segundo lugar, si pierde en martes, jugaría contra el tercer puesto del grupo A.
Por Javier del Cid.
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