¿En qué momento nos jodimos?

Por Javier del Cid.
Foto: Prensa Libre, Francisco Sánchez.

Adaptación de la célebre frase de Vargas Llosa: ¿En qué momento se había jodido el Perú?

Al ritmo del son y con un increíble ambiente se llenaron la tribuna y preferencia del Mateo Flores. Un estadio que ha visto muchas cosas, pero entre todas esos momentos, sobre salen las derrotas, eliminaciones y frustraciones de un pueblo que está acostumbrado a eso: caer y caer. ¿Cuándo nos caímos?

De esa manera salió Almeida, con el mismo once que habían vencido a Jamaica 2-0. El partido fue distinto. Saliendo del camerino, los chapines fueron mojados por un guacalazo de agua fría, muy fría. Con una pésima marca en un corner, el cuadro visitante se adelantó en el marcador y empezó a hundir toda esperanza guatemalteca en ver su bandera ondear en Colombia 2011. Con el partido cuesta arriba, y sabiendo de la victoria gringa a la selección canalera, todos miraban con pánico, miedo y frustración el futuro más próximo. ¿Desde cuándo somos el 'ya merito'?

Esta selección Sub 20 se pareció mucho a la Mayor. Raro sería que no: mismo técnico, misma ¿mediocridad? Andrade falló abajo. Enoc estuvo bastante bien, en el tercer gol catracho pudo haber hecho algo más. A Castillo le faltó atrevimiento, pegarle. Herrarte no estaba conectado. López y Lima estaban solos, en el desierto. A Ceballos lo sacaron al entretiempo, genialidad de nuestro DT. Todo esto va a parar a una estrella que brilló en solitario y mereció ser sustituido, solo para recibir una ovación de 12 mil personas: José Javier del Águila. El volante de Comunicaciones recuperó cuantos balones pudo y fue el mejor chapín en el rectángulo de juego. ¿Cuándo perdimos el orden?

El partido se extinguía. Guatemala no aparecía en el campo. La gente abandonaba el Nacional, cabizbajos, sin ganas, como muchas veces se ha salido de la zona 5. Vestidos con azul y blanco, pensando, recordando que mañana es domingo y hay clásico chapín, así, con esa misma tontería en la mente: necesitamos un milagro. ¿En qué momento nos volvimos un país pesimista?