lunes, 7 de febrero de 2011

Ya van cinco...

Columna publicada en CamerinoCrema.com, aquí puedes ver el texto original.

Publicado por Javier de Cid.

Hola familia futbolera y crema, ¿qué tal?, esta vez les escribo una columna sobre el Clásico 257, disputado en el Coloso de Chinautla -como suelo llamarlo-, espero sea de su agrado, disfruten.

Seis partidos, una victoria, cinco derrotas: terrible panorama para el campeón defensor, que de seguir así, tendrá serios problemas con el descenso. Triste pero cierto. Más no todo es negro para los albos; el juego del equipo presenta un fútbol vertical, con muchas llegadas, pero sin goles. Eso tiene al crema último en la tabla del Clausura, con tres escasos puntos, y octavo en la Tabla General.

Los cremas llegaban a la sexta fecha con la obligación de salir del sótano, y vencer al eterno rival, los rojos del Municipal. El rival, un equipo que no anda como Juan por su casa, siempre, pero siempre, se convierte en un complicado contrincante. ¡Por algo se le llama Clásico!

Inició el partido, los vestidos de blanco dominaban el esférico, eran dueños del partido y llegaban con oportunidad al área. 'El Moyo' Contreras, en asociación con Jairo Arreola, hacían lo que querían con Gustavo Cabrera y Erick Vallecillos por la banda izquierda. Por la derecha, Kendell Herrarte, atormentaba a Noriega y Vides. El camiseta 24 lo hizo más de una vez, pero la mala puntería, y la fortuna de Penedo evitaban el gol de Comunicaciones. Si hablamos de merecimientos, los cremas ganan, pero en el fútbol no gana quien lo merece, gana quien los marca.

Todo iba bien, la gente estaba contenta, gritaba, decían: "Ya va a caer". Mientras en la tribuna, un joven, casi niño, vestido de rojo, insultaba a los once guerreros blancos, ¡mírate en el espejo! El hombre de las bengalas estaba listo para prender la primera, cuando una contra le quitó las ganas... Minuto 38', tiro de esquina, Contreras se dispone a cobrarlo, lo manda al área. Recupera el balón Municipal, y en un abrir y cerrar de ojos, el coloso de la zona 6, queda en silencio. Oliva ha marcado. Centro de Mario Rodríguez, aquel al que le dicen el loco, y derechazo del hondureño, ese que se llama Darwin.

A pesar de observar un amplio dominio crema, y una gran efectividad roja, el Estadio estaba vacío. Era imposible contar a tres mil almas en el Cementos Progreso. Si los cremas siendo campeones no llenan el estadio, menos lo harán perdiendo cinco en fila. Aun así, me atrevo a decir: ahora es cuando hay que apoyar al equipo, algún día llegaran los goles, lo único que le falta a este equipo.

Así se nos fue el Clásico 257, con un dominio de principio a fin. Y es que, ya van cinco...

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