viernes, 4 de febrero de 2011

17 años después a la final, y contra el Barcelona.

Los goles de Mesut Özil y Emmanuel Adebayor en la recta final, con el Sevilla volcado buscando el milagro, sentenciaron una intensa semifinal de Copa del Rey y colocaron al Real Madrid en la final de una competición que no conquista desde 1993 y que se jugará con su gran rival, el Barcelona.


El camino madridista tuvo dosis de sufrimiento en un duelo intenso con el Sevilla.

Llegó una acción de Negredo, que definió a la red con un toque de calidad, pero el árbitro interpretó que estaba ligeramente adelantado cuando el silencio se apoderaba del Bernabéu.
En la reanudación el Real Madrid salió a buscar el gol que sentenciaba todo. No lo encontró y según el partido llegaba a su final. O llegaba una acción de gol que provocaba la prórroga o la velocidad al contragolpe del Real Madrid le mataría. Ocurrió lo segundo. Conexión germana con pase de Khedira y Özil con todo a su favor definió con maestría. El Bernabéu soltó un suspiro antes de una gran celebración.


Con todo sentenciado llegaron los cambios de Mourinho. Adebayor sobre la hora mostró de lo que es capaz. Mató con el pecho un pase de Lass Diarra y soltó un latigazo a la red. El Real Madrid conquistó el premio buscado tumbando al vigente campeón.

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