domingo, 18 de septiembre de 2011

Histórico

Javier del Cid - @JavierdelCid - Para camerinocrema.com

Comunicaciones y Monterrey llegaron a la fecha tres del Grupo D con necesidad de ganar. Ambos sumaban tres puntos y necesitaban sumar de a tres para no perder de vista al Seattle Sounders (ganó 1-2) que jugaba en Costa Rica contra el Herediano.

El crema llegaba con bajas sensibles. Márquez («el creador de fútbol», según ESPN) y Jairo Arreola («Jaime Ángulo», lo llamaron en la TV internacional) por lesión. También Fredy Thompson por amonestaciones y los jugadores Sub 23, como Del Águila, Ceballos, Arriola y Ordóñez. Con todo y las bajas, Sopegno mandó a un medio campo que tenía todo: experiencia, juventud y buen toque.

Monterrey que pensó en venir a Guatemala a jugar por trámite, se encontró con que si eran necesarios el mundialista Ricardo Osorio, el ex Olimpique Lyon Chelito Delgado, además de Mier y Paredes. Vucetich se topó con «el mejor equipo de Guatemala» como él lo había llamado en la víspera, a pesar de eso, dejó a Aldo De Nigris y Humberto Suazo en la banca, para usarlos como revulsivos en la segunda mitad.

El albo salió firme en defensa e intentando aprovechar los contragolpes para hacer daño en la portería de Orozco («Penedo», le gritaron de la tribuna), que en diversas ocasiones se equivocó en salida. Montepeque («el mil apodos», lo llamaron en la narración) lo intentó tres veces, en una recortó y por poco hace el primero.

Asistencia de Monte
Pero el gol llegó en la cuarta intentona de Montepeque («Vampiro», le dijeron por equivocación). Ciani recuperó el balón en su campo, se la dio a Mejía y este mandó el pelotazo al vacío, a donde llegó el Matador y con la derecha pidió permiso para que el balón entrara al área. Pero fue Ramírez («Martínez», publiqué en Twitter y Facebook) quien cacheteo la pelota y desató el carnaval en la zona 6.

El grande de Machado
Luego del gol tocaba afrontar la realidad y con ella, el equipo del norte de México mandó todo lo que tenía en la banca: Humberto Suazo y Aldo De Nigris. Al Chupete («el pelón») se le tenía respeto, pero miedo nunca. A De Nigris, pues, con él, se tenía a Machado. El regiomontano encontró en Guatemala a su verdadero “padre”, un hombre que lo asedio durante 35 minutos y no le dejó darse la vuelta. Incluso en un tiro de esquina lo acompañó, cuando el mexicano quería despistarlo caminando por detrás del marco. El chileno, en cambio, se ganó los silbidos de la afición cuando con 30 segundos de ingresado quiso hacer una jugada de fantasía.

Machado jugó de central, la que dicen es su posición natural. Solo subió cuando la tribuna o preferencia lo pidieron para los saques de banda. Partidazo del panameño, gran personalidad y gran desgaste. El mejor jugador del partido para muchos.

Los solventes
La experiencia en el medio campo la aportó Chula Gómez («una institución dentro del club», dijo sobre él Richard Méndez), que con mucho esfuerzo y jugando como el grande que es se fajó e incluso inventó un pase de ensueño al Vampiro.

Rafa Morales y Chamagua Castrillo, laterales por izquierda y derecha, taparon lo que pudieron topar. Rafa barrió, limpió e incluso se atrevió a ir en ataque de vez en cuando. En la primera mitad se vio más al antigüeño defendiendo, distinto a lo que pasó en la segunda parte, donde Castrillo, junto a la Chulita y Martínez --del que pedían cambio en la primera mitad--, sostuvieron durante 51 minutos el 1-0 (cuando faltaban 15, «desaparezcan las pelotas», pedí).

Lo histórico
Comunicaciones se convirtió en el único equipo nacional en derrotar en cuatro oportunidades a clubes mexicanos. Tan solo el equipo crema y Suchitepéquez pueden presumir tal cosa.

Noche histórica para el club. Noche de ensueño. Porque con bajas se derrotó a un equipo que en diciembre irá a Japón al Mundial de Clubes.

Dentro de 15 días viene Seattle, que nos debe una. Mientras tanto, Liga Nacional y visitar a Monterrey. Vamos 19… Aguante el albo.

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